Hay
momentos en la vida los cuales nunca puedes olvidar, simplemente te dejan
marcado por siempre. Hoy viendo unas fotos viejas de cuando estaba en el
colegio, vi una de uno de los tantos cumpleaños que me celebraron, siempre pedía
que fuera allá porque así iban todos mis amiguitos y porque siempre me
regalaban muchas cosas. Algo que nunca podía faltar en mis cumpleaños eran las
ricas pizzitas de mi abuela Minerva, luego con el paso del tiempo las pizzitas
no solamente se significaban algo para mi, tenía que complacer a toso mis
amigos del colegio por lo cual en todas las actividades del colegio me tocaba
llevar pizzitas, no importaba nada, siempre era Rosi y sus pizzitas, las cuales
siempre pero siempre causan estragos y seguidilla, con la receta de mi abuelita,
la cual no puedo compartir con ustedes, lo siento…
Es
como en la escena de Ratatoulli cuando Remy cocina para Anton Ego y él se
transporta a su niñez, exactamente me pasa lo mismo. Lo mejor de todo que todavía
a mi abuelita le gusta hacer las pizzitas aunque no las moldea con la misma
agilidad de antes pero siempre me ayuda a hacerlas. Que seria de la vida sin esos momenticos de
felicidad, aquellos que han tenido el placer de comerlas saben de lo que le
hablo…
Esta de la foto fue un viajecito a la playa con amigas...
La pregunta del mes a quien le debo pizzitas? jijijijijiij
Esta de la foto fue un viajecito a la playa con amigas...
La pregunta del mes a quien le debo pizzitas? jijijijijiij
Waoo pizzita! que buenos recuerdos. Tengo mucho que no como. Cuando me haces? Mau
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